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Puntos clave
- El análisis de sangre oculta en heces es igual de eficaz que la colonoscopia para detectar cáncer de colon, según un estudio con 57,000 pacientes.
- El estudio, llamado Colonprev, fue realizado por el Hospital Clínic de Barcelona y el Hospital Universitario de Canarias, y se publicó en The Lancet.
- La participación en el test de heces fue del 40%, frente al 32% de aquellos que debieron someterse a colonoscopias.
- Ambas pruebas ofrecen una reducción similar en la mortalidad por cáncer colorrectal, lo que puede incentivar el uso del test menos invasivo.
- Se recomienda ampliar el rango de edad para el cribado, actualmente de 50 a 69 años, hasta los 74 años.
Un Estudio Revolucionario
Los investigadores del Hospital Clínic de Barcelona-IDIBAPS y del Hospital Universitario de Canarias han revolucionado el enfoque en la detección del cáncer de colon mediante un estudio que abarca a 57,000 pacientes. Este estudio ha confirmado que el análisis de sangre oculta en heces es tan eficiente como la colonoscopia para reducir la mortalidad por esta enfermedad.
La mayoría de las personas mayores de 50 años probablemente han recibido la invitación para participar en el cribado de cáncer de colon, una prueba que implica una automuestra para detectar la posible presencia de sangre en las heces que no es visible a simple vista. Hasta ahora, si se encontraba sangre, se realizaba una colonoscopia para confirmar la causa.
Detalles del Estudio Colonprev
Sin embargo, el trabajo titulado Colonprev, publicado en la revista The Lancet, es el primer estudio internacional de este tamaño que sigue a los participantes durante diez años para comparar la eficacia de estas dos pruebas. En la investigación participaron hombres y mujeres de entre 50 y 69 años de diversas comunidades autónomas, incluyendo Cataluña, Aragón, Canarias, Galicia, Madrid, Murcia, País Vasco y la Comunidad Valenciana.
Los participantes se dividieron en dos grupos: uno se sometió a colonoscopias cada dos años, mientras que el otro realizó el test inmunoquímico fecal, con el objetivo de estudiar la mortalidad por cáncer colorrectal tras una década. Este proyecto ha sido financiado por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) y el Instituto de Salud Carlos III.
Resultados Prometedores
El Dr. Antoni Castells, director asistencial del Clínic, afirmó que «una prueba menos invasiva como el test de sangre oculta en heces logra los mismos resultados en términos de reducción de mortalidad y nuevos casos de cáncer que la colonoscopia». Los resultados mostraron que la mortalidad por cáncer colorrectal fue similar en ambos grupos: 0,22% en el grupo de colonoscopia y 0,24% en el del test de sangre oculta.
Este hallazgo es alentador, ya que no solo es menos invasivo, sino también más económico y accesible. Con estos resultados, se espera que aumente la participación en el cribado para la detección temprana de cáncer colorrectal en Cataluña, donde el cribado no solo permite detectar el cáncer en etapas tempranas, sino que también puede prevenirlo al identificar lesiones premalignas que pueden ser extirpadas antes de que evolucionen a cáncer.
Mayor Disposición a Participar en el Cribado
El estudio también reveló que las personas están más dispuestas a participar en un test de heces que en una colonoscopia; un 40% de quienes fueron invitados a hacerse el test de heces decidieron participar, en comparación con solo un 32% del grupo que debía realizarse colonoscopias.
Un artículo anterior del mismo proyecto, publicado en The New England Journal of Medicine, ya había demostrado que ambas estrategias detectaban el mismo número de tumores, pero este nuevo trabajo va más allá al mostrar que son equivalentes en términos de reducción de mortalidad.
Impulsando la Participación en los Cribados
El Dr. Castells subrayó que este estudio podría incentivar la participación en los cribados, destacando que el 95% de los participantes en el programa se ahorran la colonoscopia. En Cataluña, alrededor del 50% de la población se somete al test de cribado, mientras que el objetivo europeo es alcanzar al menos el 65%.
Los investigadores también abogan por ampliar el rango de edad del cribado más allá de los 69 años, sugiriendo que se podría considerar a personas de hasta 74 años debido al incremento de casos. También se discute la posibilidad de iniciar los cribados a los 45 años, aunque el Dr. Enrique Quintero, gastroenterólogo del Hospital Universitario de Canarias, enfatiza la necesidad de mejorar la participación en todas las comunidades autónomas antes de considerar un cambio en la edad de inicio.