⏱️ Tiempo estimado de lectura: 3 minutos
Puntos clave
- AiQUOS ha desarrollado un microchip que combina funciones de laboratorio en un solo dispositivo, permitiendo análisis electroquímicos.
- El chip utiliza tecnología neuromórfica, inspirado en el cerebro humano, para adaptarse a cambios en el entorno.
- El microchip tiene capacidades para integrarse en sondas de monitoreo de agua, mejorando la detección de contaminación.
- Se espera que el microchip sea económico y fácil de producir en masa, lo que facilitará su implementación en diversas industrias.
- Las sondas proporcionan datos en tiempo real y generan alertas tempranas, actuando como dispositivos IoT.
Una Alianza Innovadora
El Instituto de Microelectrónica de Barcelona (IMB-CNM-CSIC) y el Institute of Neuroinformatics de la Universidad de Zúrich (INI-UZH) han unido fuerzas para crear AiQUOS, una innovadora empresa tecnológica que está desarrollando un microchip revolucionario. Este dispositivo combina las funcionalidades de un laboratorio en un solo chip, permitiendo realizar análisis electroquímico y control preciso de sustancias acuosas en cualquier entorno.
Tecnología Neuromórfica en Acción
La tecnología permite integrar cientos de sensores multiparamétricos y análisis basado en inteligencia artificial (IA) en un microchip que opera de manera neuromórfica, inspirado en los sentidos y el cerebro humano. «Es la primera microtecnología neuromórfica desarrollada para realizar análisis electroquímico de sustancias acuosas de forma continua», afirma Josep Maria Margarit, investigador Ramón y Cajal del IMB-CNM.
Predicción de Riesgos Ambientales y de Salud
Este microchip destaca por su capacidad de integrar matrices de sensores electroquímicos y circuitos neuroinspirados, lo que proporciona inteligencia al sistema. Esto le permite adaptarse a cambios y perturbaciones ambientales, además de interpretar de manera robusta y personalizada la información proveniente de múltiples sensores para predecir riesgos ambientales, agroalimentarios y de salud.
Todo esto se logra en un único dispositivo que imita los mecanismos biológicos del sistema nervioso, generando datos, aprendizaje y decisiones con un consumo energético mínimo.
Miniaturización y Versatilidad del Microchip
La miniaturización y versatilidad del sistema permiten su uso en diversos espacios, mientras que su fabricación sobre obleas de silicio es tanto económica como masiva. Actualmente, AiQUOS está probando esta tecnología en sondas de control, preparándose para su lanzamiento al mercado.
Aplicaciones en Monitoreo de Agua
Cecilia Jiménez, investigadora en el IMB-CNM-CSIC y cofundadora de la empresa, explica que están incorporando los chips en sondas para la monitorización de agua, como en tanques de producción acuícola o estaciones de tratamiento de agua, gracias a colaboraciones con socios industriales como IRTAmar y Aigües de Barcelona.
Las sondas están diseñadas para realizar mediciones sin necesidad de calibración, a pesar de la variabilidad de señales por envejecimiento o interferencias, y pueden generar alarmas tempranas ante contaminación. Además, se pueden reconfigurar fácilmente para trabajar en nuevas ubicaciones durante varias semanas, transmitiendo datos a través de redes Ethernet como dispositivos IoT (Internet de las Cosas).